Josip Broz Tito, fue uno de los mayores fenómenos del siglo XX. Fue el líder del Movimiento de los no alineados y se convirtió en uno de los mayores personajes de la política mundial durante el período de la guerra fría. Durante su gobierno Yugoslavia fue uno de los pocos países comunistas que no estaban totalmente bajo la influencia de la Unión soviética.
La aplicación contiene 14 capítulos, desde la biografía completa hasta los encuentros con los líderes del mundo y la creación de la política hacia los poderosos países de aquel entonces, los EE.UU. y la Unión soviética.
Tito y América
Desde el momento de la ruptura con Stalin, los EE.UU. se convirtieron en un importante patrocinador de la Yugoslavia de Tito y en su seguro principal de la independencia de Moscú. Tito calculaba con la supervivencia política y física. Pero, los EE.UU. también tenían sus intereses – una política desarrollada que no cambió hasta la desintegración de la Unión soviética.
Tito y los árabes
El nombre de Josip Broz Tito, uno de los iniciadores del Movimiento de los no alineados, se convirtió en el sinónimo del heroísmo revolucionario en los países árabes más subdesarrollados que lograron tanto un progreso de civilización como progreso en general. Los egipcios y los sirios hasta hoy en día están aplicando la constitución y modelo de la ex-Yugoslavia.
Tito y los ingleses
Junto con el dictador soviético Josif Stalin el primer ministro británico Winston Churchill, el más conservativo de aquel entonces, fue el personaje más importante de la larga carrera política de Tito. Fue su patrocinador principal en dos situaciones claves durante la guerra y en una situación postguerra.
Tito y el hedonismo
Tito tenía una veintena de casas, miles de hectáreas de campos de caza, tres zoos, barcos, yates y aviones. Fue uno de los gobernadores más lujosos de su tiempo. Hasta el final de su carrera, había entregado regalos, en el mundo y en Yugoslavia, cuyo valor, comparado al dólar americano de los años noventa del siglo veinte, sobrepasa un millardo de dólares.
Tito y Yugoslavia
La relación de Tito hacia la Yugoslavia postguerra fue bastante contradictoria. Hasta que se hizo su líder trataba de destruir el país, luego les pedía a sus súbditos más que nada que cuidaran y defendieran el país, mientras tres años antes de su muerte admitió que nunca había logrado convertirlo en un país normal.
Tito y China
Al principio no quería ni oír de China, y decía que nunca iría allí. Pero, en 1977 cambió de opinión. Después de visitar la Unión soviética, se fue a China. El motivo de Tito fue que los rusos se quedaran satisfechos con él, pero también que ganara la confianza de la China comunista. Y lo logró.
Tito y los no alineados
A Josip Broz Tito se le conoce en el mundo como un líder del país y del partido en Yugoslavia, pero también como uno de los fundadores del Movimiento de los no alineados. La propaganda en la época de Yugoslavia trataba de imponer la opinión que la fundación del tercer bloque mundial fue originalmente su idea de Tito. Pero, esa no es exactamente la verdad…
Tito y los rusos
Admiraba Rusia durante años y casi todo lo que había logrado lo había conseguido gracias a ese país y a los rusos, pero la historia lo recuerda por haber roto las relaciones con los rusos, es decir con Stalin en 1948. A base de aquella ruptura, los EE.UU. le garantizaban los 30 años de su sobrevivencia en el poder, mientras él se convirtió en un personaje mundialmente importante.
Tito y los grandes dictadores
Todos los grandes dictadores de su tiempo, menos Mao Ce-tung, fueron sus amigos. Desde Castro, Gaddafi, Hussein, el señor de Uganda- Idi Amin Dada, el etíope Haile Mariam, el somalí Siad Barre, y el líder de la República centroafricana de caníbales - Jean-Bédel Bokassa, hasta los líderes comunistas de la Europa oriental.